Viviendo con Fibromialgia: El Testimonio de Amparo Ospina

La fibromialgia es una condición médica que afecta a millones de personas en todo el mundo, caracterizada por un dolor generalizado y una fatiga persistente. Para comprender mejor esta enfermedad, hablamos con Amparo Ospina, quien ha convivido con la fibromialgia durante dos décadas. Su historia es un testimonio de valentía, perseverancia y adaptación.

El Inicio de los Síntomas

Amparo recuerda cómo todo comenzó con pequeños dolores dispersos por el cuerpo. “Al principio, pensé que era solo cansancio o estrés”, dice. Pero los dolores no desaparecían, y con el tiempo se hicieron más intensos, dificultando actividades cotidianas. Tras muchas consultas y pruebas, un reumatólogo finalmente diagnosticó fibromialgia. “Fue un alivio saber qué me pasaba, pero también fue duro saber que no tenía cura”, admite Amparo.

Adaptarse a la Nueva Realidad

El diagnóstico fue el comienzo de un largo proceso de adaptación. “Aceptar que mi vida cambiaría fue lo más difícil”, confiesa. Amparo decidió aprender todo lo que pudiera sobre la fibromialgia, lo cual le ayudó a entender mejor su condición y a encontrar formas de manejar sus síntomas. “La información es poder”, dice con convicción.

El Apoyo Familiar

La familia de Amparo ha sido fundamental en su proceso. Su esposo e hijos se informaron sobre la enfermedad y ajustaron su vida para apoyarla. “Sin su comprensión y ayuda, sería mucho más difícil”, dice agradecida. Este apoyo ha sido clave para evitar el sobreesfuerzo y manejar mejor su condición.

Terapias y Tratamientos

A lo largo de los años, Amparo ha probado diversas terapias en busca de alivio. Ha utilizado fisioterapia, acupuntura y tratamientos alternativos como la apiterapia y la terapia neural. Aunque no todas las terapias han sido efectivas, cada una ha contribuido a su bienestar de alguna manera. “El veneno de abeja fue una experiencia única”, recuerda, “aunque no fue la cura que esperaba, me enseñó a ser valiente”.

La Importancia del Ejercicio

Mantenerse activa ha sido crucial para Amparo. A pesar del dolor, el ejercicio regular ha ayudado a reducir la rigidez y mejorar su estado general. “El movimiento es vida”, afirma. Bajo la guía de un instructor, ha incorporado ejercicios específicos en su rutina semanal, lo que le ha permitido mantener la movilidad y la energía.

Cambios en la Alimentación

Amparo también ha hecho cambios significativos en su dieta. Ha identificado que ciertos alimentos, como el gluten, empeoran sus síntomas. Al evitarlos y adoptar una dieta equilibrada, ha notado una reducción en la inflamación y una mejora general en su bienestar. “Escuchar a mi cuerpo y ajustar mi dieta ha sido fundamental”, comenta.

Encontrar Paz en la Espiritualidad

Además de los tratamientos físicos, Amparo ha encontrado consuelo en su espiritualidad. La teoterapia y la oración se han convertido en pilares de su vida. “La espiritualidad me da esperanza y me recuerda que no estoy sola en esta lucha”, reflexiona.

Consejos para Otros Pacientes

Con 20 años de experiencia viviendo con fibromialgia, Amparo ofrece valiosos consejos para otros que enfrentan la misma condición:

• No rendirse: Aceptar la enfermedad y enfrentarse a ella con determinación es esencial.

• Buscar apoyo: Contar con la comprensión y ayuda de la familia y amigos puede marcar una gran diferencia.

• Informarse: Educarse sobre la fibromialgia permite manejar mejor los síntomas y tomar decisiones informadas.

• Mantenerse activo: El ejercicio regular, adaptado a las capacidades de cada uno, es esencial para mantener la movilidad y reducir el dolor.

• Explorar terapias: Probar diferentes terapias y encontrar las que mejor funcionen para cada individuo.

• Cuidar la alimentación: Ajustar la dieta y evitar alimentos que puedan empeorar los síntomas es fundamental.

• Buscar paz interior: La espiritualidad puede ser una fuente importante de fortaleza y bienestar emocional.
  

Un Testimonio de Resiliencia

La historia de Amparo Ospina es un testimonio de resiliencia y esperanza. A través de la aceptación, la educación, el apoyo familiar y una variedad de terapias, ha aprendido a vivir con fibromialgia sin permitir que esta enfermedad defina su vida. Su mensaje es claro: aunque la fibromialgia no tiene cura, es posible llevar una vida plena y significativa con el manejo adecuado y el apoyo necesario.

Si vives con fibromialgia o conoces a alguien que lo esté, recuerda que no estás solo. Busca apoyo, infórmate y, sobre todo, no pierdas la esperanza. Con determinación y cuidado, es posible mejorar la calidad de vida y encontrar alegría incluso en medio de los desafíos.

Capítulo completo YouTube:
https://youtu.be/E8BlRO-cmzY?si=oMgHyi8ESdW2xPAD

Agradecimientos:
Testimonio paciente Amparo Ospina S.